La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), también conocida como Alianza Atlántica, es una coalición política y militar formada por países de Europa y América del Norte. Fue establecida con el objetivo de garantizar la seguridad colectiva y la defensa mutua frente a posibles amenazas externas. Su sede se encuentra en Bruselas, Bélgica . Contexto histórico, origen y desarrollo de la OTAN Tras la Segunda Guerra Mundial , el mundo quedó dividido en dos bloques: el comunista, liderado por la Unión Soviética, y el capitalista, liderado por Estados Unidos. El ex primer ministro británico, Winston Churchill, por ejemplo, fue un firme defensor de la idea de una alianza militar occidental. Abogó por la formación de una organización que pudiera contrarrestar la influencia soviética en Europa. Estados Unidos, por su parte, promulgó la Doctrina de Truman en 1947 , garantizando ayuda financiera a países europeos para reforzar sus defensas contra una posible invasión sovié
Fiel a
los textos literarios que se encargó de ilustrar, los motivos de su obra
pictórica gravitan alrededor del sexo,
la muerte y las imágenes satánicas.
Félicien Rops se va a sumar con gran interés a la plasmación de motivos satánicos, casi siempre unidos a la figura femenina pues, como él mismo aseguraba, “el hombre está poseído por la mujer, y la mujer poseída por el Diablo”, es decir, la mujer seductora y sensual origen y causa de los problemas del hombre.
Pornócrates |
La
relación con los simbolistas
El
pintor y grabador belga Félicien Rops (1833-1898) se revelaría desde muy
temprano como un dibujante excepcional.
Robs comienza como ilustrador de libros, caricaturista político, litógrafo para revistas satíricas, donde se
atacaba a las fuerzas conservadoras, pero también parodiando a los
“progresistas", y grabador.
En la
segunda mitad del siglo XIX, y coincidiendo con el gusto por determinadas
creencias esotéricas en ciertos círculos artísticos y literarios –especialmente
entre simbolistas y "decadentes"–,
Rops experimentó una curiosa fascinación por el satanismo y la figura
del Diablo.
La tentación de San Antonio |
En 1864 Rops va a conocer a Charles Baudelaire, una relación que le marcaría
profundamente hasta el fin de sus días. El ilustrador belga iba a diseñar para
el escritor francés el frontispicio de
su obra la obra Los despojos, una recopilación de inéditos y piezas condenadas de Baudelaire (como poemas
escogidos de Las flores del mal, libro que había sido censurado en Francia y que finalmente vería la luz en
Bélgica).
En 1874 se instala en París. La colaboración con Baudelaire le creará fama y admiración
entre otros escritores representantes del simbolismo y el decadentismo, quienes
le demandarán también ilustraciones para sus textos, entre estos Théophile
Gaultier, Alfred de Musset, Stépahne Mallarmé, Jules Barbey d´Aurevilly y
Joséphin Pélada.
Los
especialistas de su obra reconocen que gracias a estos literatos, a la inspiración de los poetas
decadentes y simbolistas, Rops llegó a ser algo más que un caricaturista o un
pornógrafo; se convirtió en un visionario.
Las satánicas-El calvario |
Su
obra
En esa
época estaba de moda todo lo relacionado con el diablo en sus múltiples formas,
muy del gusto entre los pintores simbolistas y los literatos del decadentismo.
Así, Félicien Rops se va a sumar con gran interés a la plasmación de motivos
satánicos, casi siempre unidos a la figura femenina pues, como él mismo
aseguraba, “el hombre está poseído por la mujer, y la mujer poseída por el Diablo”,
es decir, la mujer seductora y sensual origen y causa de los problemas del
hombre.
Con este pensamiento, va a crear en sus lienzos imágenes irreverentes, sacrílegas y en muchos casos abiertamente
pornográficas.
Félicien Rops fue
francmasón,miembro del Gran Oriente de Bélgica y uno de los fundadores del
grupo de Los XX (grupo de veinte pintores belgas que durante diez años celebraron una exposición anual de su arte
en contraposición a lo salones oficiales).
La esfinge |
Hacia
1892 comenzaron sus problemas de visión, circunstancia que no le impidió
mantener su labor artística hasta su muerte.
La parodia humana |
Aunque
los expertos están convencidos de la obsesión del pintor e ilustrador belga por
los temas demoniacos y pornográficos, lo cierto, dicen, es que seguramente esto respondía más a una pose provocadora que
pretendía escandalizar a la burguesía puritana, mojigata e hipócrita de su
tiempo, y que tenía en el fondo un sentido espiritual, recuperando lo sagrado a
través de los obsceno y la crueldad, una especie de retorno a la religión de
una forma “sui generis”.
De hecho, Rops trató también otros temas no menos provocadores, como el de la prostitución y el pánico hacia las enfermedades
venéreas (sobre
todo la sífilis),
cuya transmisión se atribuía casi en exclusiva, dentro de la concepción
misógina vigente, a la mujer.
En
cualquier caso, parte de su obra constituye un amplio catálogo de perversiones: fetichismo,
lesbianismo, necrofilia, sado-masoquismo, sexo y muerte.
A Rops se le ha querido ver también como
un descendiente del romanticismo y como un precursor de los sueños y las
pesadillas del arte del siglo XX.
Satanás sembrando semillas |
Su obra más conocida y famosa data
de 1878, se trata de "Pornócrates", con la que escandalizó en la exposición de los XX.
La asociación mujer-diablo está presente en numerosas obras del artista belga, por ejemplo en
la temprana ‘Los diablos fríos’ (1860), una
litografía en la que una fémina de voluptuosas formas y senos desnudos se deja
abrazar, con una leve sonrisa en los labios, por el mismísimo Lucifer. Años
después Rops ahondaría en la asociación mujer-sexo-diablo en sus series ‘Las
Diabólicas’ (1879), ‘Las Satánicas’ (1882) y ‘Naturalia’ (1883). Estas series están formadas en
buena medida por grabados en las que se da rienda suelta a escenas de desenfreno sexual,
muchas veces con contenido pornográfico e incluso sacrílego.
En la
obra ‘La parodia humana’(1881)
Rops dice representar a la mujer con su verdadero rostro, una calavera (ya que
esta es símbolo de la muerte y lo diabólico), aunque sólo el espectador la ve, mientras
que el caballero únicamente observa la máscara del engaño.
El tema
de la prostitución aparece en obras como “La indigencia’ o ‘La
bebedora de absenta’.
En otras
obras se acercará a la sátira social como en "El derecho al trabajo", "El derecho al descanso" o "La chica más bella del mundo no puede dar
más que lo que tiene".
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